lunes, 29 de octubre de 2012

caminata a mutata (indigenas de jaikerazabi) 7 de octubre de 2012



El club de caminantes de coomeva programo el 7 de octubre una caminata ecológica que salio de mutata hacia la comunidad indígena de jaikerazabi, ubicado en la vía hacia dabeiba por la carretera al mar,
la cita fue en el edificio coomeva a las 7:00am, donde nos encontramos con paula y los demás caminantes de coomeva, después de un rico refrigerio (detalle muy bueno de este club) abordamos el bus rumbo a mutata,

llegamos a las 9:05 am donde los 35 caminantes aprovechamos para desayunar reforzado y comprar las fruticas y el agua que llevaríamos en el recorrido.
a las 10:45 al frente de la alcaldía comenzamos el calentamiento y pudimos observar el movimiento de el pueblo en este domingo y gran cantidad de campesinos y de indígenas que nos cobraban por una foto,  nos presentaron los guías, entre ellos un indígena de la comunidad y dos guias locales.
en medio de el olor de la piña, cultivo tradicional de este municipio, arrancamos rumbo a nuestro objetivo a eso de las 10:10, primero cruzamos el puente sobre el río mutata (que belleza de río  desde donde apreciamos todavía en pie el antiguo puente de un solo carril de cuando  la carretera cuando era mas agreste y destapada, también apreciamos algunos rastros que dejo la violencia que tanto azoto a nuestra región desde los 80 hasta hace muy poco.
justo al frente de la entrada para pavarandò choco nos metimos al potrero, para iniciar por un sendero que se llamo el camino industrial o en camino de herradura por donde transitaban arrieros y mulas cuando no existía la carretera al mar.
todavía quedan vestigios de ese camino como algunos sectores de camino empedrado y restos de algunas obras de arquitectura como rastros de puentes, pozos y encierros que datan de la década de 1.930 aprox.
con el imponente marco de la serranía de abibe y el calor que comenzaba a azotar, seguimos por unas suaves colinas de haciendas ganaderas, luego de salir de esos potreros, descendimos a una pequeña quebrada llamada la herradura e ingresamos a un extenso territorio recién talado y ensombrecido por grandes helechales y pudimos observar como deforestan día a día la serranía de abibe.

luego de transitar algunos sombríos y las quebradas seca y la blanquita, atravesamos un humedal matizado por plantas de flores blancas hasta que a las 11:45 llegamos al rió bedò, sitio de almuerzo y de refrescante baño en sus aguas claras y tibias
bedò es un vocablo indígena que significa rió de maíz, donde me di un buen chapuzòn, y nos llevaron el almuerzo.
después de un buen descanso a las 1:45 emprendimos el camino al segundo sector del recorrido el cual empezó en el lecho de la quebrada bedocito que desemboca al rió bedo y empezamos a remontarla monte arriba por su lecho lleno de piedras y de suelo cascajoso con una corriente suave de cristalinas aguas, este tramo lo hicimos si acaso 10 de los caminantes, pues por su dificultad muchos se abstuvieron y lo hicieron por la carretera.
el guía de raza indígena empezó acá su trabajo (pues era su territorio) con unas botas de caucho que le llegaban hasta sus rodillas, coloco un paso infernal en este ascenso, que nos dejo bastante exhaustos en especial a mi amigo wilson que era a la primera caminata que asistía.
luego de esta experiencia a las 3.38 pm luego de casi dos horas de caminar rió arriba, llegamos a la comunidad, donde pudimos apreciar la buena infraestructura que les ha hecho el gobierno al mejorar sus típicas chozas aplicándoles tecnologías mas modernas y dotando su entorno de casa de la cultura, auditorio, guardería  cafetería etc.
en lo que yo llamo la apertura a otras culturas, los indígenas se abrieron a "comercializar su cultura" para conseguir recursos para su supervivencia abrieron la entrada para particulares colocando restaurante y almacén de artesanías en su resguardo.
luego de haber compartido un poco de su cultura nos regresamos para apartado muy satisfechos con esta caminata que nos acerco a la cultura indígena y nos condujo por el antiguo camino de uraba y me permitió disfrutar de estos ríos y quebradas de aguas cristalinas y frescas que aun nos quedan en nuestra región 

jueves, 26 de julio de 2012

XI ENCUENTRO NACIONAL DE CAMINANTES SAN VICENTE DE CHUCURÍ


ENCUENTRO DE CAMINANTES SAN VICENTE 2012

Del 28 de junio al 2 de julio tuve la fortuna de asistir a un nuevo encuentro de caminantes, esta vez en el departamento de santander, con la compañía muy grata de los caminantes de reserva ahuyama de la fundación confiar.
desde que inicio el 2012 estuve a la expectativa del encuentro, del cual me entere de diversas maneras y con la ayuda valiosa del Internet, pues crearon una pagina muy especial, la cual nos mantenía al tanto de todo lo concerniente al evento.
la salida como siempre fue de la avenida 1o de mayo a las 7:40 pm rumbo puerto berrio, al comenzar el viaje recibimos las recomendaciones de doña martha, hicimos una corta oración y recibimos primero que todo los regalitos que están  enseñados a repartir en este grupo tan agradable, también el refrigerio consistente en un sanduche muy sabroso y una maltica.
el viaje tuvo unos algunos inconvenientes en su comienzo, debido a que las autoridades nos debían escoltar en varios tramos para evitar ser parados por algunas personas indeseables en la carretera,
superado esto dormimos un buen tramo y al despertar ya estábamos en el departamento de santander con un perfecto amanecer y unos paisajes encantadores.
la carretera que va hacia san Vicente en regular estado, llegamos a eso de las 10 am y el pueblo estaba en plena ebullición de camineria, pues estaban arribando las distintas delegaciones y el ambiente era espectacular.
nos dirigimos al hotel asignado (hotel avenida) muy cerca al parque, en la tarde luego de descansar y almorzar en el restaurante "max pollo" nos fuimos a hacer la inscripción de las caminadas.
ruta:                la cueva de los aviones
distancia:        17.1 km
tiempo aprox: 5 h
La primera caminada que hice fue una que se denomina "la cueva de los aviones", entre otras cosas fue la ruta mas escogida por los caminantes ya que nos dijeron que se trataba de un verdadero paseo con aventura y baños incluidos.
la caminata salio a las 7 am y estaba catalogada con grado de "media alta" salimos calle abajo por un descenso saliendo del pueblo, pasamos por un batallon del ejercito llamado luciano d´hullar, seguimos en descenso por caminos veredales atravesando fincas y ganaderías, hasta que llegamos al río chucurí y cruzamos el puente luego, de un pequeño descanso.
despues del puente comenzamos a ascender acompañados por un sol resplandeciente que hacia presagiar un día divertido.
y así fue luego de descender por un  desecho lleno de cacaotales, encontramos la quebrada y el primer charco, pero como eso era tremenda montaña de piedra nos toco hacer torrentismo, subiendo con lazos la primera cascada, para esta caminata contamos con el apoyo de la policía, los bomberos y algunos soldados que se pegaron en el batallón.
después de subir esta cascada, llegaron en seguidilla varios charcos y caídas de agua que fuimos sorteando con gran esfuerzo por todos los caminantes, la calavera, el tobogán, la gruta, el balón. nombres que tienen estos charcos y que son espectaculares de claras aguas tibias y caídas esplendidas.
quiero comentar aparte el charco el balón: que espectacularidad de charco, para encontrarlo hay que subir una loma de pura piedra aveces suelta y riesgosa, de entrada a esta cueva  se ve una cascada al frente y en el fondo un hermoso charco verde (de lo hondo que es) donde me tire de pies y les cuento que baje bastante y fondo no toque, los clavados que nos pegamos acá fueron fenomenales y luego para salir de este hueco donde esta el charco nos toco de nuevo con la soga, luego de mucho gozar los guías nos invitaron a salir por que se hacia tarde.
después de tanto gozo y extenuados de pasar rico, el regreso fue una tortura por el intenso sol y por que era en continuo ascenso.
gran caminata esta, esos charcos y cascadas como conjunto, bien pueden ser considerados uno de los sitios mas hermosos de Colombia.
  en esta caminata tuve la grata compañía de muchos compañeros de caminantes confiar que nos unimos para asistir en grupo a esta gran jornada


En las tardes en san Vicente y después del baño de rigor y de almorzar, todos hacíamos distintas actividades, de las muchas que habían programadas, por ejemplo en el parque y el atrio de la iglesia estaban  los expositores locales, que tenían stands variados donde exhibían productos y artesanías típicas de la región, es así como podíamos encontrar delicias de cacao, artesanías alusivas al cacao, ropa y la indumentaria de los caminantes con logos del encuentro, vídeos, carne a la llanera, pan de cacao, jugos de frutas etc.
las tiendas (proveedoras acá en antioquia) mantenían llenas de parroquianos que llegaban a mercar, y se quedaban tomando cervecita barata (incluso las señoras).
la casa de la cultura era la embajada de todos los caminantes (sitio de encuentro) donde habían exposiciones  culturales y folletos informativos del evento.
el coliseo era el sitio donde se realizaba la inscripción para la caminata del día siguiente (todos corríamos, así estuviéramos sudados y cansados, para no quedar por fuera del cupo).
pero en realidad lo mejor de esas tardes era ir al costado de la iglesia donde estaba el stand de chocolates de chucuri a degustar de un espumoso y espeso chocolate recién hecho (este prácticamente era el tinto de todos nosotros) cabe anotar que no había limite en el numero de veces que que quisiéramos repetir.
también había una chiva rumbera que por unos miles le daban un recorrido por los alrededores del pueblo,  y los mas devotos se mantenían en la iglesia que estaba permanentemente abierta.
en la noche de este 29 de junio (viernes) se llevo a cabo el desfile de las distintas delegaciones participantes, las cuales llegaron a 44, y con cerca de 1.200 participantes de varias regiones de nuestro país, por antioquia fuimos mas de 20 delegaciones y las demás de santander, quindio, barranquilla, bogota, valle, tolima, Venezuela etc.
el desfile transcurrió por gran arte del pueblo, el cual salio en masa a aplaudir a todos y se notaba el entusiasmo por tenernos en su terruño.
la delegación de confiar se lucio con un pasacalle inmenso a favor de la conservación del planeta.
el segundo día de caminatas (30 de junio) me anote a una que transcurrió alrededor del pueblo en un circuito muy lindo que salio calle arriba por la salida para barrancabermeja y después de subir un cerro comenzamos a recorrer por una zona de fincas tradicionales de familias asentadas hace muchos años.
entre mirar cacaotales, mandarinos, y demás clases de frutas de la región nos fuimos de finca en finca hasta subir a la finca la campesina donde nos dieron una charla sobre el proceso de extracción, transporte, secado, molido y la transformación del fruto del cacao en el mejor chocolate de Colombia.
acá en la campesina nos dieron un sabroso refrigerio y descansamos un rato para seguir finquiando,  ya en descenso con una vista espectacular del pueblo y sus montañas.
en cada finca sacaban un verdadero repertorio de mecatos, ofrecidos a módicos precios, y creo que ninguno se resistió a probar todo lo que nos ofrecían.
otra cosa agradable fue que pudimos departir con la hermosa gente del campo, que con su sencillez y amabilidad le enseñaban a uno que las pequeñas cosas de la vida también son importantes y con sus charlas nos recordaron a nuestros abuelos y a tantos hombres buenos que han forjado nuestro país a golpe de azadón.
en esta caminata también contamos con la grata presencia de much@s integrantes de ahuyama-confiar y al llegar al pueblo nos reunimos para evaluar la caminada y para intercambiar opiniones sobre las diversas rutas, para tomar la decisión de la que escogeríamos al otro día


acá algunas fotos del encuentro y del grupo



























lunes, 23 de enero de 2012

RECUERDOS VIAJE A URABA EN 1.979



MIS MEMORIAS Y RECUERDOS





   Recuerdos de carretera, viaje a uraba en 1979


Los preparativos

26 de noviembre de 1979
voy a hacer una corta crónica de lo que fue la primera vez que yo viaje a turbo, la voy a describir   de una manera muy folclórica, porque era la primera vez que yo salía de Medellín, pues las salidas más largas de nosotros era cuando los domingos mi papa nos llevaba a everfit, a ver jugar fútbol a los amigos de almacén Julián donde trabajaba él, digo que a ver jugar, pues el cucho ya no pateaba ni un tarro vacío (pero si celebraba sin empezar siquiera el partido).
Lo cierto era que andar en bus no era lo más frecuente en nosotros.
Para esta época ya estábamos en vacaciones (estaba cursando primero de bachiller y tenía 13 años).

La verdad yo no era el que iba a viajar, el viaje mío resulto de carambola, pues el que iba a viajar era pacho mi hermano, pero resulta que el día del viaje nos comimos un montón de bananos averiados y nos dio churria. Como el viaje era a las 6 Pm mi mamà nos dio terramicina, entonces como alas 4 de la tarde le hizo un inventario a pacho y se dio cuenta que no se había curado, claro que yo tampoco pero me quede callado apretando el culo, por lo que pacho quedo descartado, así fue que a mi me toco ser el que viajó.

El paradero y el bus

El viaje fue en compañía de Manuel en el bus #112 de sotrauraba, el viaje era a las seis, y valga decir que solo salían buses de noche, pues por lo complicado de la carretera, el polvo, el calor y otros factores, consideraban mas conveniente viajar en las noches. luego de resultar elegido para viajar, como a las 5 pm  me tome los dos mareoles de rigor pues como no había viajado, debía prevenir los mareos, y cogí una cajita de cartón que decía “aceite S y S” en la que había empacado la poca ropa que tenia, pues a esa edad en que uno crece sin darse cuenta todo le queda corto y marranero.
Salimos a la esquina del barrio y Paramos en la esquina el bus de transportes Medellín  y los que se van rumbo al centro.
Resulta que la terminal quedaba en el centro de medellin; si en el centro en pleno guayaco, la mata de los ladrones y tumbadores de Medellín por la tanto había que estar pilas con la "maleta"   (en realidad era una caja), mi mama nos había dicho “cuidado que les roban todo” para saber lo que llevábamos, casi nada.
El ajetreo que se veía en el centro era impresionante,gente revoloteando de aquí para allá con maletas bultos etc, buses parqueados a lado y lado de la calle y manes gritando: “turbo, turbo turbo” y el ayudante jalando cajas, maletas, bolsos y demás cosas para el capacete del bus que quedaba encima de este y que lo atestaban de cosas bien acomodadas y tapaban con carpas grandes para que no se mojaran.

Comienza el viaje y las sorpresas

cuando me monte en el bus sentí una alegría la verraca, pero fue una ilusión pasajera pues al poco rato de recorrido la boca me empezó a salivar, no sé si de nervios o de alegría,  nos tocaron los puestos 3 y  4 es decir los mas malos porque esos puestos quedaba en toda la puerta, donde pasaba la gente y lo tropezaba seguido a uno, y resulta que la ventanilla no cerraba, era de esas corredizas que abrían hasta la mitad; claro que en ese momento eso no me importo pues, lo que yo menos quería era cerrarla para poder irme con la cabeza afuera divisando todo, porque así no me perdería ni un tramo de esta carretera para mi exótica y a punto de conocer. El bus era una machaca de las que viajaban en ese tiempo, (un bus sencillo de 36 pasajeros sentados y quien sabe cuántos parados, con una silletería un poco incomoda y forradas en cuerina, la cual cuando estaba calentando el sol le calentaba a uno la nalga) pero eso si con unos motores excelentes para esa trocha.

El primer tramo de carretera arrancaba por robledo y pasaba por san Cristóbal y continuaba subiendo para boquerón era algo fantástico ya que, del sopor inicial del centro de la ciudad se pasaba a un clima que se iba enfriando a medida que se iba subiendo; por las ventanillas podíamos divisar las ultimas luces y el resplandor de Medellín. Así se iniciaba un viaje del cual no se sabía ni el día ni la hora de llegada.
Comenzaba el ayudante a recoger los tiquetes, y los viajeros frecuentes inmediatamente se disponían a dormir, caso contrario al mío que el objetivo era sacar la cabeza y divisar hasta el último centímetro de carretera.
Al pasar por boqueròn se apreciaba un paisaje cubierto de neblina y paraban un rato en el alto para comprar frutas y cosas para llevar a uraba. Cuando el bus iba bajando de boquerón a santa fe ahí si me supo el viaje a cacho, pues la salivadera que tenia se convirtió en un mareo el putas por el curverio de la carretera y los que vomitan, como yo sacaba la cabeza afuera del bus, eso era mucho chocar con los biseles de la ventanilla, hasta llegar con chichones a lado y lado, creo que vomite hasta la torta de la primera comunión.
Ya en san Jerónimo, donde se percibía el aroma de cantidades de frutas ofrecidas a lado y lado de la vía con un calorcito agradable, el mareo se me iba pasando, la ilusión crecía por lo que veía, ya que conocí el río cauca cuando lo cruzamos en el puente del paso
Y seguimos con ese clima tibio a santa fe, donde llegamos aproximadamente a las 8 pm.
Fue indescriptible la entrada a este pueblo colonial de casas blancas y calles empedradas.  
Fue amor a primera vista, pues en ese tiempo entraban los buses directo al parque, donde queda la catedral y había gran cantidad de toldos alrededor que le daban un ambiente pueblerino y típico.

Que lujo comer en restaurante

lo que es la verraca gula, como en esos tiempos uno comer en un restaurante era cosa del otro mundo era un lujo para nosotros, pues resulta que cuando llegue a santa fe de Antioquia, como los buses paraban ahí para la comida (pues lo que seguía era trocha y derrumbes) en el parque había gran cantidad de restaurantes y como por arte de magia se me abrió el apetito (lógico que todavía estaba erutando vomito ¡gas!) y lo primero que pedí en el restaurante el piel roja ubicado a un lado de la plaza fue una bandeja paisa con frijoles, chicharrón de 15 patas, carne molida, chorizo, aguacate y pare de contar, a continuación los que empiezan a comer.
el parque de Santafé de Antioquia era quizás el sitio más acogedor del viaje; por lo folclórico ya que apenas uno llegaba era tal la cantidad de buses, que si uno no se fijaba en el numero y la empresa corría el riesgo de quedarse. Recuerdo que apenas paraba el bus lo primero que uno escuchaba era “tamarindo, tamarindo” y a continuación  le ofrecían toda clase de frutas y de dulces incluyendo las cascaras de toronja azucaradas, el blanquiao, los mamoncillos etc.

Siguiendo con lo del restaurante (el piel roja), pues yo  no sabía por dónde empezar con esa bandeja paisa y me tome mi tiempo en saborearla pero cuando estaba empezando a comerme la primera pata del chicharrón sonó una trompeta y me pare de una a ver qué numero era, y claro era el bus de nosotros; pues yo no sabía que los choferes comían tan rápido, entonces los que se embuten eso a la lata porque como dejarla ahí si había que pagarla.
Claro que el que la pago fui yo, porque apenas empezó a subir a manglar me cayo la salivadera otra vez; y ahí quedo la bandejita con los chicharroncitos regados en la carretera al mar y los viáticos (que eran  como 2.000 pesos) mas poquitos.

Pueblitos campesinos en la madrugada

De Antioquia comenzábamos a subir nuevamente hacia el boquerón del toyo esta era tremenda trocha que subía en forma de espiral, bordeando el río tonusco y que por la gran aridez de sus terrenos no era apta para vivir, (cuando había derrumbes fueron muchas las aguantadas de hambre por acá) se encontraban pocas casitas muy regadas a lo largo del trayecto a medida que íbamos subiendo se empezaba a sentir nuevamente la frescura de los 2.000 metros, cabe anotar que hasta Antioquia estaba la carretera pavimentada.
Bueno yo seguí mareado pero disfrutando del viaje, aunque era de noche (más o menos las 11 de la noche)
Yo sacaba la cabeza para poder divisar, se veían esas casitas al borde de la carretera cerradas y el perro ladrándole al bus, cuando llegamos a manglar el  ayudante empezó a recoger la limosna, la cual  deposito a una imagen de la virgen del Carmen que tenía su altar en dicha localidad.
El bus seguía subiendo hasta llegar al boquerón del toyo, (y que frío tan verraco) luego descolgaba hasta cañas gordas, siempre por trocha destapada y apunto de derrumbarse luego se llegaba a cañasgordas un pueblito campesino de callecitas angostas el cual atravesaba el bus y que se encontraba desolado a esa hora (12 Pm) cruzábamos la vara de la aduana que había al terminar   la calle principal y llegábamos al río sucio y a tirar valle hasta uramita antes de llegar a dabeiba que era la mitad del camino.
A estas alturas del camino ya me podía considerar veterano del viaje pues el mareo se había desaparecido y el paisaje era entretenedor a pesar de la oscuridad.

Uramita era un pueblito agrícola, pobre y por ende sin atractivo para el turista.
mas adelante estaba la entrada al revenidero (tramo de carretera super angosto, pero firme) en este trayecto era muy común ver gran cantidad de indígenas montarse a los buses rumbo al pueblo, este trecho fue cerrado por una falla geológica y desembocaba en todo el centro de dabeiba.

Dabeiba y su esplendor

Dabeiba era otra llegada típica; pues era uno de los pueblos más prósperos de la región (sino el más prospero) por lo tanto el comercio a esa hora (1 1/2 Am) estaba en pleno apogeo, todos los restaurantes amanecían  y había gran cantidad de bares llenos de campesinos y de indígenas (a pesar de la hora) habían bastantes residencias, pues    los camioneros que no querían arriesgarse a continuar de noche por la llorona, por lo general  se alojaban ahí. El centro a bordo de carretera le aseguraba clientela a toda hora del día o de la noche. Eran famosos los jugos de naranja y de mandarina al frente de residencias diana donde se ubicaban por lo menos 15 o 20 mesas de jugo atendidas por humildes campesinos de sombrero y ruana de lana y reloj tres tornillos y machete al cinto.

También se observaba gran cantidad de indios ebrios a altas horas de la madrugada.
En dabeiba uno tenía tiempo hasta de caminar el pueblo y ver la fila de buses al lado y lado de la calle principal.
este punto era como una referencia para saber a que horas aproximadamente  se llegaría a turbo, pues era exactamente la mitad del recorrido, era rarisima la vez que pasaba uno por ahí de día (solo cuando un derrumbe lo hacia amanecer en la carretera).



la famosa llorona

Al salir de dabeiba luego de unos 20 minutos comenzaba la verdadera trocha la denominada "llorona" a la cual respetaban los conductores y los pasajeros le temían, se trataba de un camino tan estrecho y artesanal que, para dar paso a otros vehículos, el bus tenía que recostarse a los barrancos o detenerse en un equilibrio perfecto al borde de los precipicios. Un camino de herradura esculpido en una verdadera montaña de roca pura, que con el paso del tiempo se fue ampliando hasta que no dio más y quedo de un solo carril.
Así que cuando se encontraban dos carros uno de los dos tenía que reversar, con el peligro de que la banca cediera con el peso del vehículo (que muchas veces sucedió).
Hay que reconocer a los conductores de esa época como verdaderos baquianos para enfrentar esa trocha y así evitar accidentes; claro que también les ayudaban mucho las potentes maquinas Ford y Dodge de los buses que conducían.
este tramo era el de mas expectativa, pues los relatos de los conductores eran escuchados por los pasajeros que a esa hora no dormían, por estar pendientes de cada giro que hacia el bus, cuando el bus se recostaba por causa de algún morrito, la gritería era general. y los relatos de estos a su llegada alimentaba aun mas el mito de la llorona.
el cruce de este cañón era muy demorado pues se transitaba muy despacio, y a ratos uno presentía que ya había pasado por esos lugares, pues la vegetación tupida y la lluvia intensa causaban monotonía y desespero (por acá si me moje por lo de la ventanilla)

Ingreso a uraba

Después de la llorona se iniciaba un tramo no menos traumático, ya que era una carretera inestable, angosta y surcada por gran cantidad de quebradas las cuales cruzaban por encima de la carretera, por la carencia de puentes, siendo una zona demasiado lluviosa continuamente se presentaba el atollamiento de camiones  tipo 600 que llevaban grandes cantidades de abarrotes, muebles, maquinaria etc. para la zona de uraba.
Era frecuente que en días de lluvia, el chofer y el ayudante ayudados por los pasajeros tuvieran que despejar la carretera a pico y pala o que entre todos tuviéramos que empujar el bus, previamente haberle echado piedras al surco que dejaban las llantas y así agarraran en el lodo.
Por todo el cañón del río sucio se llegaba a tasidò donde fue cortada la montaña casi perpendicularmente y la cantidad de ríos exuberantes nos daban la entrada a uraba no sin antes sentir el sopor y la humedad propia de la región.

Son aproximadamente las 5: am llegamos a mutata y los que se bajan. Lo primero que se veía era la cafetería el reten que era un ranchito de madera con un bombillo afuera lleno de chapolitas y adentro ofrecían en una vitrina de angeo comestibles tales como: papas, buñuelos, chorizos y gran cantidad de fritos.
A estas alturas el típico de santa fe que había vomitado me seguía pesando en el bolsillo pero algo quedaba para hacer la comprita en mutata, cabe anotar que a esa hora a lo mejor eran trasnochados, y en ese tiempo no existian los microondas por lo que tocaba así fríos
En estas interminables rectas llenas de baches, casi siempre bajo lluvia se alcanzaban a apreciar hasta 10 o 15 camiones en fila y la gran tarea del busero era empezar a pasarlos en una carretera llena de huecos y angosta que no permitía grandes velocidades.

Paisaje hermoso aquel con grandes potreros, de pastos frescos a esa hora y neblina lejana, los cuales se notaba que no hacía mucho los habían colonizado, ya que gran cantidad de palos de arboles en proceso de pudrición así lo corroboraban.

Así pasábamos por gran cantidad de ríos (pero qué cantidad de agua) jurado, surrambay villarteaga, la fortuna, la maporita (antiguo batallón), porroso, bejuquillo, guapà, hasta que llegábamos a chigorodo.

Aquí empezaba otra cosa, otra ilusión y otro paisaje, comenzando porque de aquí en adelante estaba pavimentado, lo cual era un descanso muy merecido para el cuerpo después de aproximadamente 12 horas de viaje.
chigorodò ya era un sitio muy poblado, a esa hora (7 am) ya se veia el movimiento en el centro, con gente esperando el bus para ir a apartadò y alas fincas bananeras
se veian chivas (escaleras)multicolores repletas de gente con distintos destinos.
el camino completamente llano y de rectas larguísimas se veía llenas de bananeras a lado y lado de la vía, nunca en mi vida había visto tanto verde junto.
la carretera volvía a ser pavimentada pero en mal estado hasta turbo.
La llegada a apartado era como llegar a otra feria pues la cantidad de gente regada por la vía principal era impresionante; aquí tocaba reforzar con un buñuelito y una gaseosa.
Para llegar a turbo era el mismo paisaje de bananeras, pero agregándole una gran extensión de palmeras de aceite que existían desde currulao hasta el tres, en lo que era la antigua empresa de aceite de palma de coldesa, que tuvo que cerrar a causa de la violencia en los años 80.
currulao era pequeño un barriecito, luego el tres también  y después turbo por fin
El día que llegue a turbo fue algo emocionante, ya que me encontraría con los cuchos y mis hermanos y como era primera vez que arribaba pues las ilusiones eran grandes.