viernes, 21 de julio de 2023


UN TINTO EN EL MÁLAGA                                                                  

Hablar del salón Málaga es hablar de la historia del Medellín de antaño, de esa Villa que fue y la cuidad que es, es hablar del viejo Guayaquil con sus innumerables historias de tren, tranvías,  comercios, bares, La vieja plaza de Guayaquil, los sobrevivientes y herederos de aquellos que merodeaban o visitaban este sector hoy irreconocible y lejano para los que lo hicieron.
el bar Málaga se remonta al año 1.957 y como lo dice el historiador Víctor Ortiz es "una fotografía en blanco y negro de mitad del siglo XX, una bella instantánea de otros tiempos".
para sus fundadores representa "la supervivencia del antiguo ambiente de Medellín y un autentico santuario de la música de antaño"


Cada que entramos a este recinto, sentimos que estamos sentados en Maturín con Bolívar o en cualquier sitio del otrora Guayaquil, pues al alzar la vista nos topamos con fotos de la vieja estación, del tranvía, de la quebrada arriba , o las innumerables fotos de Melitón Rodríguez, como también vemos la historia viva de la música y de todos los artistas que a lo largo de mas de un siglo han pasado por  esta comarca paisa.
Los pianos y victrolas nos hablan de esos tiempos en que por una moneda podías escuchar el tema que te hacía llorar o gozar al son de unos buenos tragos.
Cuando miras sus mesas verás caras de gentes de todas las edades que a lo mejor les está pasando el calendario por sus mentes pensativas y rememorando tiempos que a lo mejor no han vivido.
Cuando te llevas ese pocillo a la boca, sin saber estarás degustando la verdadera historia de la agricultura antioqueño que fue bastión económico de nuestros ancestros.
Para salir de este trance con la historia sólo tienes que pararte y mirar hacia afuera y percibir esa urbe que ya sepultó la mayoría de esos iconos que hace sólo un rato percibías en las fotos históricas del lugar.


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